Respirar
Todo buceador capacitado conoce, o debería saber, la importancia de la respiración para bucear. Pues nuestra exhalación es mucho más importante que la inspiración para un buen desempeño de nuestra fisiología. La acumulación de CO2 en una mala respiración, expirando poco e ineficazmente, no solo disminuye nuestro rendimiento físico sino que tiene el potencial de causar problemas para nuestro buceo, como aumentar el consumo de aire del cilindro exacerbado, reduciendo drásticamente la duración de la inmersión. buceo, aumentando el potencial de narcosis, dolores de cabeza, calambres y mareos, entre otros. Conclusión: El CO² mal gestionado puede ser un problema para el buceador.
Sin embargo, lo que muchos buceadores no saben es que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), especialmente el exceso de CO2, también son extremadamente dañinas para nuestro planeta, como ya se mencionó en el post CO², emisiones de GEI e impactos en los océanos. Basta pensar en el daño ambiental que causa el metano (CH4), producido por el ganado en la industria ganadera en el mundo. Estos dos gases actúan juntos por el efecto invernadero, el calentamiento global y la acidificación de los océanos, como ya se mencionó en el post anterior.
Hablando de huella de carbono
Estuve hablando hace unos años a bordo del Titãn, yendo de Caravelas a Abrolhos, sobre este tema con los amigos instructores de buceo Mitchel y Renato Santoro, hablando de cómo debemos ser menos egoístas en nuestra vida personal y profesional y que debemos promover cada uno. cada vez más acciones de compensación de gases de efecto invernadero (GEI), inventariando y calculando la huella de carbono de cada uno de nosotros en relación con las actividades que realizamos en nuestro día a día.
Así que los tres decidimos escribir un texto hablando de la responsabilidad de todos nosotros de calcular la huella de carbono de nuestras actividades de buceo y realizar las correspondientes compensaciones de carbono, al fin y al cabo, el derecho a un medio ambiente equilibrado es de todos, como enunciado en nuestra Carta, la Constitución Federal de 1988, en su art. 225, garantiza a todos el derecho a un medio ambiente equilibrado.
Volver en el tiempo y dirigirse a Abrolhos
Hace unos años, a bordo del ya no activo buque Titán, icónico en la historia de Abrolhos:
Pingüino Paulo Guilherme: Estoy escribiendo estas líneas en el cuaderno mientras navego en el Titán, y en este mismo momento estamos llegando al archipiélago de Abrolhos, cuando escucho a Mestre Dingão reducir los motores para atracar y luego apagarlos inmediatamente. Motores que, como en la gran mayoría de las grandes embarcaciones, queman gasoil, combustible fósil, el villano medioambiental de nuestra década.
Así que fui, al principio por pura curiosidad, a hablar con Mestre Dingão sobre el consumo de combustible de los dos motores del Titán durante una tradicional expedición de 4 días. Tanto el consumo de la embarcación como del generador, gas de cocción y gasolina del motor fuera de borda de la embarcación. Justo mientras hablo con Mestre Dingão, Mitchel, de OSCIP ILAS – Instituto Latinoamericano de Sostenibilidad – y Renato Santoro de Scuba Notícias se acercaron a la conversación y se unieron a la conversación.
Desarrollando lo que se ha convertido en un debate, comenzamos a modelar el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de carbono de nuestras actividades en este viaje, para que a cambio podamos compensar los de las emisiones de carbono.
Todos unidos contra el calentamiento global
Mitch y Renato: Todos los ciudadanos contribuyen al agravamiento del calentamiento global, ya sea a través de la energía que consumen en casa, las opciones de transporte que se utilizan durante las vacaciones y las actividades del día a día, o la cantidad de residuos producidos. Todas las acciones y actividades de una empresa, industria, corporación o un simple ciudadano, emiten Gases de Efecto Invernadero (GEI). La cuantificación de estas emisiones es el primer paso en un programa de compensación de carbono.
Los proyectos de compensación de carbono, además de generar una percepción de empresa ciudadana, demuestran positividad hacia otros productos que no tienen actividades de ecoeficiencia y sostenibilidad. También dan fe de la responsabilidad socioambiental y agregan valor a la marca, que tiene una ventaja competitiva en el mercado, generando reconocimiento por parte de clientes y consumidores. Se puede utilizar como estrategia de sostenibilidad para el Gobierno Corporativo, haciendo que el valor real de la empresa aumente porque demuestra respeto por el medio ambiente.
Siempre el efecto invernadero...
Dicha cuantificación, es decir, el cálculo de las emisiones de GEI, se realiza mediante el GHG Protocol, una herramienta científica reconocida internacionalmente que permite evaluar las emisiones generadas por el consumo de energía eléctrica, transporte de mercancías, desplazamiento de empleados, generación de residuos, producto. elaboración, entre otros.
Posterior a esta etapa, se elabora un plan de reducción de emisiones evitables basado en la adopción de mejores prácticas. Para compensar las emisiones inevitables, la cantidad de GEI calculada se convierte en el número de plántulas de especies nativas de la Mata Atlántica. Estos árboles serán los encargados de preservar el suelo, el agua, la biodiversidad y fijar el carbono emitido por el proceso de fotosíntesis.
Al aplicar un proyecto de compensación de carbono para buceadores, debemos tener en cuenta toda la logística de la actividad relacionada con el buceo, como desplazamientos, consumo eléctrico, agua, generación de residuos, entre otros factores que contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los buceadores, que por naturaleza compartimos un fuerte sentimiento medioambiental, deberíamos estar cada vez más preocupados por los impactos que causamos cada vez que nos sumergimos. A nosotros nos corresponde dar a conocer y apoyar acciones voluntarias como estos proyectos, para que cada vez más personas tomen conciencia de la importancia de neutralizar los impactos que provocan.
¡Siempre vale la pena compensar!
La salida del 2 al 5 de noviembre hacia Abrolhos, en Titánf fue debidamente cuantificada y compensada. Se emitieron 4,60 ton / eq de CO2, por lo que fue necesario plantar 31 plántulas de árboles nativos para su compensación. Los árboles fueron plantados en la Reserva Extractiva de Cassurubá, con el sello de la empresa Palmares Geoprocessamento Ambiental, de Paraná. Para obtener más información sobre los proyectos de compensación de carbono, acceda al sitio web www.palmaresgeo.com.br y al blog www.programarecompense.blogspot.com.